Estás en el dintel
del tiempo, suelo verte
rodando en los anillos
volátiles del cosmos.
Conoces la intención
de cada pensamiento,
por eso te alimentas
del alma de las cosas.
Yo puedo ser la luz
bañándose en tus ojos,
la cálida intención
que te hace duradera.
Y puedo equilibrar
tus senos con las líneas
que trazan los aviones
del cielo de los sueños…